El gozo que grita ¡Ven!
El papa León XIV nos está urgiendo a esta oración por la unidad. ¿No es ahora más que nunca el tiempo de permanecer junto a María suplicando lo que solo el Cielo nos puede dar?
El papa León XIV nos está urgiendo a esta oración por la unidad. ¿No es ahora más que nunca el tiempo de permanecer junto a María suplicando lo que solo el Cielo nos puede dar?
No hay voces ni ruidos en la casa del Cenáculo. Sólo se constata la presencia y la voz de los Doce y de María Santísima. Están recogidos en la sala de la última Cena. La habitación parece más grande porque los muebles y enseres están colocados…
María, en su pequeño cuarto solitario, vestida enteramente de cándido lino, está ordenando sus vestidos y los de Jesús, que siempre ha conservado. Dobla bien estos indumentos, besa el manto ensangrentado de su Jesús…
¿Cuántos días han pasado? Es difícil saberlo. A juzgar por las flores que forman una corona alrededor del cuerpo exánime, debería decirse que han pasado pocas horas. Pero si se juzga por las ramas de olivo…