Aunque solo sea unas pinceladas del día, que estoy cansado. Para que me sigas dando luz y guiando, para ordenar un poco mi mente.

En casa está siendo exigente. Hay muchas quejas. Nos supera a veces. Me dejo llevar por la impaciencia o la dureza a la hora de corregir. También a veces por la desidia, como dándome por perdido. Sigo pensando que lo central es nuestra unidad.

Tirar del móvil. No saber qué hacer. Cómo me cuesta que no haya planes, querría abrir más la casa. Estar tranquilamente en casa. Muéstrame Señor tu Voluntad.

Quiero abrir los ojos. A lo más cotidiano de cada día. Sencillez y humildad. Alegría y petición.

Te pido Señor por el día de mañana, por la ruta que haremos varios amigos. Por mi familia. Y gracias por tanto… todo lo que llevo en el corazón, la salida de hoy con dos grandes amigos, las copas en casa de otros de esta noche.

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