Hoy mañana tranquila. Recogida en casa. He ordenado papeles. Un regalo encontrar textos como el testimonio que me pasó mi director espiritual de una chica consagrada.
He disfrutado un rato del campo y los pajarillos.
Hoy poco móvil. Un gusto.
Algo de deporte, venciendo la pereza.
Ordenación de sacerdote de un amigo. Te pido por él Señor y su fidelidad. Que sea un hijo tuyo y padre para los demás.
Ha sido un regalazo ver a este amigo sacerdote rodeado de tantos amigos.
Señor sigue conquistando a mis amigos. Te doy gracias por ellos. Guíales.
Estoy peor con algunas personas, más saltando, y mostrando mucha dureza con ellos. […] extrañeza y distancia enormes.
No me sueltes de la mano.
Abandono todo mi ser en ti Dios mío.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!